Los vinos argentinos están hechos para disfrutarse al máximo, pero también tienen sus códigos cuando se trata de beberlos correctamente. Si bien las reglas están hechas para romperse, cuando se habla de vino lo mejor siempre es seguirlas y darles su lugar, en especial cuando somos primerizos y no estamos tan abiertos a experimentar.

Para ayudarlos a su experiencia con vinos argentinos, a continuación les presentamos 4 reglas a tomar en cuenta cuando se trata de ellos. ¡Tomen nota!

1. Saber la temperatura óptima para el vino

Ya sea que lo abras en tu casa o que sea responsabilidad del restaurante al que acudes, cada vino tiene su temperatura ideal para ser servido. No se debe poner en la mesa inmediatamente después de sacarlo de la cava o del refrigerador, hay que ser pacientes con él para que no pierda sus propiedades. Cuando se trata de vinos, todo influye.

2. La copa nunca se llena hasta los bordes

Para muchos puede ser un signo de amabilidad por parte del anfitrión, pero lo cierto es que los vinos argentinos funcionan mejor cuando solo se sirven máximo 180 ml por copa. Llena hasta la tercera parte de la misma, nada más.

3. No tomar la copa por el cáliz

Muchos creen que la copa de vino se sostiene por el cáliz pero esto es erróneo. Se debe tomar por el tallo para no cambiar la temperatura del vino con la mano. Los vinos argentinos (y cualquier tipo, realmente), merecen ser degustados a la temperatura correcta, como ya dijimos en el primer punto.

4. Todo empieza desde el almacenamiento

Los vinos argentinos siempre deben guardarse horizontalmente o inclinados, para que el vino siempre está en contacto con el corcho y no entre tanto aire por él al estar húmedos. Esto se recomienda, sobre todo, con los vinos añejos cuyo corcho sí es de vital importancia.

Disfruta de los mejores vinos argentinos en La Vid Argentina, en donde entendemos la importancia de tratar correctamente cada una de nuestras botellas con etiqueta propia.

Fuentes | La vid Argentina